En una noche llena de música, poesía y baile, estudiantes del departamento de español en la Universidad Estatal de San Francisco y la Universidad de San Francisco se reunieron para compartir su cultura, el primer evento organizado por las dos universidades para celebrar la comunidad latine.
El evento fue organizado por Ana Luengo, profesora de español en SFSU y Nadina Olmedo, profesora de estudios latinoamericanes en USF, en gran parte para dar un espacio a los latines de las dos universidades para expresarse.
“En estos tiempos que corren, imagino que muchas personas viven con cierta ansiedad”, dijo Luengo. “Por eso pensamos que unirnos en un espacio, compartir unas horas de forma comunitaria podría ser algo que pudiera darnos fuerza, energía y también mostrarnos que no estamos tan solas como a veces podemos pensar”.
Estudiantes, facultad y escritores compartieron escritura, poemas y bailes.

Aris Stauffer-Barney, estudiante de desarrollo infantil en SFSU que cantó “Ojos Del Sol” por Y La Bamba en el evento, afirmó que participar le dio el espacio de expresarse en su medio preferido.
“De entre todas las cosas que podría hacer, como leer un poema o hacer un proyecto artístico, la música es simplemente la forma en la que me conecto con la gente”, dijo Stauffer-Barney. “Y creo que tomar eso y hacerlo en español, y además hacerlo a partir de una compositora latina, le da aún más importancia a lo que estamos haciendo aquí, en un medio que siento como propio”.
Bárbara Abadía-Rexach, profesora de estudios latines en SFSU, dijo que aunque existe un gran población de latines en el campus, los estudiantes suelen no conocerse.
“Siento que hace falta más unidad”, dijo Abadía-Rexach. “Pasan tantas cosas para la comunidad latina sobrevivir en este país, que siento que todavía estamos muy separados. Siento que debemos enfocarnos también en qué otras cosas tenemos en común, además del idioma, si miramos la música, la comida, muchas cosas que nos unen”.
Abadía-Rexach también leyó un fragmento de su libro, “Afrofeminista: Raza y Mujer en Puerto Rico”. El fragmento, titulado “Yo Soy Negra”, desentraña la forma en que el racismo se perpetúa en nuestro idioma y cultura.
“La cultura la hacemos nosotras como comunidad”, dijo Abadía-Rexach. “No es algo que debería estar estático. Siento que este tipo de eventos ayuda a que tengamos ese sentido de latinidad más amplio, sin necesariamente pensar en las divisiones y en qué nos hace diferentes o únicos”.
Para la estudiante de filosofía en SFSU Isabel Parrado, tener comunidad en la escuela es lo que le hace sentir cómoda. Parrado es tesorera del grupo estudiantil La Raza.
“Siento que me sentiría aislada si no buscara comunidad”, dijo Parrado. “Vengo de una familia muy unida, así que necesito ese tipo de conexión cultural e interacción con personas de un trasfondo similar o que estén interesadas en mi cultura y sepan cómo relacionarse con ella”.
Aparte de la poesía y la música del evento, se ofrecieron dos talleres: una de cuadernos chiquitos para la poesía y otra para las arpilleras. Los talleres fueron ofrecidos por dos estudiantes de SFSU y USF.
Las arpilleras, tradicionales de Chile, fueron una forma de resistencia durante la dictadura militar de Augusto Pinochet. Durante los años setenta, grupos de mujeres se reunían para crear obras a mano, que fueron una forma de mezclar sus habilidades domésticas con sus sentimientos de lo político y social, de acuerdo a Violeta Parra, una cantante y compositora chilena que creó sus propias arpilleras.
“Siento que es importante destacar cómo podemos seguir emulando este tipo de iniciativas”, dijo Abadía-Rexach. “Para mí la importancia de que este tipo de evento nos junte y que más personas se unan y que tengamos el apoyo de la institución, no solamente del espacio, sino para estar y sostener las conversaciones, los talleres, la dinámica”.